viernes, 2 de octubre de 2009

A MIS HIJOS



..".Para tu dicha, hijo mío, levantate con el sol y traza el plan de tu día.
Ten una sonrisa a tiempo, una palabra bondadosa a tiempo.
No des a quien no merezca.
Condena el mal con la alabanza de lo opuesto.
Para corregir al malo, elogia ante el lo bueno.
Avanza en línea recta hacia tus fines.
Abrevia siempre el camino yendo derechamente a tu propósito. Si este es prejudicial, así
lo será menos.
Prepárate, hijo mío, para vivir un día o diez mil días. Esta actitud, esta tranquila y valerosa guardia ante lo impenetrable, es la suprema dignidade del hombre.
El hombre crea su mundo. Un día es el padre de los que siguen. Vienes de tu propio ayer.
No esperes al porvenir: avanza hacia el.
Te aseguro, hijo mío, que llegarás adonde quieras.
Te aseguro que puedes lanzar certeramente a tu ser como la flecha, desde el tenso arco de tu voluntad, y que irá adonde pongas la mirada.
Te aseguro que nada en la tierra ni del cielo se pone a su destino.
TU DESTINO ES ANDAR, LLENAR, SEMBRAR.
Los días de tu existencia están contados; no sabes cuantos son, mas sabes que están vacíos
y has de llenarlos.
No puedes detenerte. De cada punto adonde llegas parten muchos caminos Tú eliges el tuyo en cada paso. Cada uno de ellos es una afirmación y una decisión: la causa creadora de lo que
has de ser.
Cada hombre nace delante de un erial. Cosechará lo que siembre.
El erial que encontré queda sembrado. Y ahora soy uno de los que en el crepúsculo retornan
a través del vasto campo adormecido.
Si con mi siembra no te sientes más feliz, para que habré sembrado?
Si no arranqué siquiera una espina de tu carne, para que habré vivido?
Recoge mis palabras!
Aunque yo calle, no dejes de escucharme.
Pronto seré una sombra que se mueve en la sombra; PERO AMÁNDOTE, HIJO MÍO."
(El Erial)





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